Desde hace años ha surgido con fuerza en el mercado inmobiliario, un nuevo término: flipping house. Pero, ¿qué es? El flipping house es un término que viene de Estados Unidos y que se trata de comprar una vivienda, reformarla y venderla a un valor superior.
¿Cuáles son las características básicas del House Flipping?
La clave del House Flipping es comprar barato y vender a buen precio, así de sencillo. Por tanto, una característica fundamental a la hora de hacer Flipping House es el buscar viviendas que estén por debajo del precio del mercado. Ahora bien, ¿quién puede vender una casa por debajo del precio del mercado? Casi nadie. Las viviendas que se venden por debajo del precio del mercado suelen ser viviendas en mal estado o propiedad de personas que necesitan quitárselas de encima urgentemente por cualquier motivo.
Generalmente, lo normal es que la vivienda esté a buen precio por estar en mal estado. En este caso, lo que se hace es realizar una reforma que puede ser más o menos profunda y ponerla otra vez a la venta. Y aquí están las dos claves del asunto: primero, la inversión en la reforma; segundo, el proceso de venta una vez reformada. Y ambas son fundamentales.
Por supuesto, lo que más interesa al que hace Flipping House es invertir lo mínimo posible en la reforma. Si puede dar una mano de pintura y cambiar un par de muebles, es suficiente. En ocasiones, eso no será posible y habrá que hacer una reforma integral, pero, si se puede evitar, mejor que mejor. La idea es comprar barato, reformar barato y vender a buen precio.
¿Cómo hacer una buena inversión?
A la hora de hacer este tipo de inversiones es fundamental tener en cuenta algunos aspectos que siempre interesan a los potenciales compradores. Además, es fundamental que la propiedad tenga las características adecuadas para encajar en nuestro modelo de negocio. Si la vivienda cuenta con estas dos características, es una buena inversión.
Así, la vivienda que nos interesa es una vivienda que está en una buena localización, en un barrio que no está degradado y que, previsiblemente, no lo estará en el futuro. También nos interesa que la vivienda necesite una reforma, pero que no sea integral. Nos interesan las viviendas más baratas posibles, pero siempre considerando que el coste de la reforma no se nos vaya de las manos. Tenemos que tener en mente siempre el coste final de la compra y de la reforma, no solo de la compra.
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