¿Cuántas veces habéis entrado a una vivienda y os ha echado para atrás el olor? Tabaco, comida, humedad, mascotas, falta de ventilación… Todos estos olores se quedan impregnados en nuestra nariz, y hacen que recordemos aquel lugar como algo desagradable.
Dicen que la mejor manera de recordar diferentes lugares es a través del olfato.
Cada hogar tiene un olor especial, que dice mucho de esa vivienda y de las personas que viven en ella. Un buen aroma evoca bienestar. El olor a café, a jazmín, a madera ardiendo en la chimenea; a flores recién talladas, o el aroma a suavizante de la ropa lavada. Todos transmiten agradables y frescas sensaciones.
Hay algunos trucos para que tu casa huela de forma especial y personalizada, como por ejemplo perfumar las bombillas cuando estén apagadas con tu aroma preferido, encender incienso o velas aromáticas, poner una cafetera o simplemente colocar sobre los radiadores toallitas impregnadas de suavizante para que toda la casa huela a limpio.
Es muy importante tener todo esto en cuenta a la hora de vender tu vivienda. Cuando un posible comprador la visita, el olor puede llegar a ser uno de los factores inconscientes, pero esenciales para una decisión final de compra. Influyendo tanto positiva como negativamente.
Por eso es tan importante el olor de tu casa, porque al final, es la manera en que te recordaran las personas que han estado en ella. Una vivienda que huela bien, dejará una sensación agradable y muy personal, convirtiéndola en un lugar cálido y acogedor que invita a quedarse en él.
MIREIA MARTINEZ
Personal Shopper Inmobiliario – Interiorismo – Home Staging