Urbanismo y vida social
27 juliol 2015
URBANISMO Y VIDA SOCIAL
A veces tengo la sensación de que demasiados edificios buscan singularidad y la integración en el entorno pierde importancia. Hay que diferenciarse del resto, hay que buscar protagonismo y en consecuencia nuestras ciudades se convierten en muestrarios de arquitectura singular, perdiéndose la armonía de las calles de los cascos históricos y ensanches. Los nuevos barrios también se crean sin referencias al resto de la ciudad, diferenciándose de su entorno, con vocación egocéntrica.
En barriadas de viviendas adosadas o unifamiliares no hay relaciones a pie de calle. Parece que el único lugar apropiado para hacerlo es el interior de la casa, porque no hay lugares pensados para las relaciones humanas, escasean los lugares en los que la gente se sienta bien y pueda querer estar en ellos. Se presentan como ideales de vivienda a los que cualquiera aspira sin más motivo que el de seguir una tendencia. En esos lugares, desaparecen las calles, las plazas, los bancos, el bar de la esquina, etc. Únicamente existen los interiores; desplazamientos en coche privado, los jardines privados, las piscinas privadas, etc.
El urbanismo es uno de los instrumentos que puede cambiar eso, que puede transformar las calles, plazas, espacios, etc. en lugares para vivir y relacionarse y dejar de crear meros espacios de paso hasta nuestro hogar.
“…el entorno que pasa a ser parte de la vida de la gente, un lugar donde crezcan los niños. Quizá 25 años más tarde, se acuerden inconscientemente de algún edificio en particular, de un rincón, de una calle, de una plaza, sin saber quiénes son sus arquitectos, algo que tampoco es importante.” Texto extraído del libro Atmósferas de Peter Zumthor
Monika Aguirre Zamakona
Personal Shopper – Somrie – Bilbao